En Ecuador todo me suena a sexo.

Ecuador es un país sexy, dice la canción de Tercer Mundo. Estoy teniendo un trauma donde todo lo que veo y escucho me parece que termina en sexo y puro sexo, como un mensaje del diablo que me incita a coger.


Como si mi espíritu se hubiera colmado de Viagra, busco calmar mis alucinaciones sexuales en un punto donde ya las pornos no le hacen ni gracia a mi pene. Claro, ¿Qué de excitante tiene ver a dos desnudos sobreactuando algo mal hecho?

El otro día me puse calentón solo viendo el mapa del Ecuador. Hay ciudades con nombres sexys como por ejemplo: El Guabo, Pueblo Arrecho, Jipijapa, Babahoyo, La Troncal, Virgen del Chota, Pelileo, Paján, Balao Grande, La Cueva de los Tayos.

Prendo el televisor y todo me sabe a sexo: Paloma Fiuzza, Mónica Lewinsky, Vamos con Todo, Punto G, de Boca en Boca, Ciudad al Desnudo, y como me cimbran los huevos cuando escucho a Doménica Mena decir "En Contacto".

Llego a un punto en que mi propio nombre (Encamador) solo me habla de sexo y en la cama. Necesito ayuda, y no hay prostituta que abastezca.