DECLARO PÚBLICAMENTE MIS INTENCIONES DE CONQUISTAR QUITO
El Encamador se siente muy complacido de haber regresado de la ciudad de Quito. Sin embargo, debo admitir que me quedé con la pica, y públicamente declaro, desde mi sacrosantísima página, que quiero invadir Quito para hacerla mi propiedad.
Así es, mis clowns, quiero convertirme en el dueño tirano emperador del Reino de Quito, para sacarle pica a mi vecina de al lado que jode cada que tiene la oportunidad con eso de que tiene un terrenito en la playa. Oh, y bueno, también para que los otros escritores digitales se caguen del coraje.
La experiencia me ha enseñado que es muy, muy, muy mala idea adelantar y revelar planes, asi que sólo me limitaré a exponer las razones por las que es una muy buena idea que los quiteños se rindan ante su nuevo líder El Encamador y no haya derramamiento innecesario de sangre.
PRIMERO: PORQUE DEFINITIVAMENTE QUITO NECESITA PUÑO DE HIERRO
Quito es tan bonito como me lo pintaron, lamentablemente no pude evitar señalar un detalle feísimo que tiene: sus paredes están rayadas por todos lados. No exagero al escribir que los putos pandilleros rayan sus enfermas homosexualidades ilegibles hasta en los interiores de los hoteles. Eso se ve feo. Cuando yo sea el alcalde de Quito, daré la orden de que disparen a matar al primer pendejo que esté ensuciando las paredes con su reggaetonerismo marginal.
SEGUNDO: PORQUE YA ESTOY HARTO DEL CALOR DE GUAYAQUIL
Uno no conoce bien su ciudad hasta que se va a otra. Guayaquil es lindo, lo quiero mucho como mi ciudad, pero su insoportable calor me está empujando a subir la cordillera e instalarme en la gélida metrópolis quiteña.
El otro día salí en calzoncillos a bañarme en una piscinita inflable en la calle. A la media hora olía a caldo de Encamador porque el agua ya estaba hirviendo.
TERCERO: EN QUITO SI HAY MUJERES BUENAS Y SABROSAS
:3
NOTA: Apenas me tope con el imbécil que me dijo que en Quito las chicas con tablas, le meteré su propio puño por el culo.
CUARTO: PORQUE ASI COMO VAMOS, NO ME PERDERÉ NINGÚN BUEN CONCIERTO DE METAL
La cultura rockera en Quito le lleva bastante ventaja a la de Guayaquil. Parecía montubio cada que me topaba con una tienda de rock "Miiiira eja movi´a . Ooooooooye que bacaaaaan. En mi jiudá no hay ezo"
Puedo hacer ciertas correciones a la ciudad, y los quiteños me lo van a agradecer. Ya cité algo que le arreglaría a la ciudad y sería perseguir a esos inmundos grafiteros. Otra cosa que haría es darle al equipo local un nombre más heterosexual:
Liga Deportiva Universitaria de Quito: GAY
Poderoso Destructor Quiteño Encamador Fútbol Club: Bieeeeeeen!!
Si algún lector quiteño se asusta de este editorial, no tema. A diferencia del yugo español que sometió al pueblo mestizo hace más de 200 años en la Colonia, El Encamador es tirano con sus enemigos, pero panísima de sus súbditos. Podrán circular libremente por la ciudad como lo han hecho hasta ahora. Lo que antes costaba una botella de agua, lo seguirá costando durante mi tiran... digo, mi gobierno encamador. Las fiestas que se harán en mi mandato les va a gustar. Administraré con justicia las aportaciones económicas de la ciudad, y los mayores beneficiarios serás justamente los quiteños (y yo por supuesto).
Limpiaré la ciudad de gente indeseable y traeré mas bien gente y espectáculos que nunca pensaron tener.
Ahora que recuerdo, no es la capital por ser la ciudad más extensa del país (me asombró el laberinto infinito que es Quito), ni porque es la concentración de gente más colorada. ¡Es que allí en Quito queda el Palacio Presidencial de Carondelet!
Como mi despacho quedaría justo frente a la Presidencia, todos los días me asomaría por la ventana con un par de zucas y coloradas a mi lado, bebiendo chocolate y tortillas de maíz, haciéndole de la mano al presidente con una sonrisa diabólica.
Me va a gustar ser emperador de Quito.