A mí no me ha dado una enfermedad en años.

El otro día me puse a pensar cuándo fue la última vez que me cayó una enfermedad, y me di cuenta que no lo recuerdo. Quiere decir que yo no me enfermo.

¡Qué bestia! Gozo de buena salud, una salud del hijueputa, una salud envidiable y apetecible.

Hasta donde yo sé, no me ha dado una gripe en más de una década. No soy el dios del aseo, pero nunca me quita el sueño el riesgo de ser atacado por bacterias maliciosas o virus maricones. Tengo mi organismo blindado de un manto sobrenatural que impide que cualquier porquería me enferme. Como de todo, con una voracidad animal, y soy la envidia de las mujeres: no engordo.

Soy asombroso. Debo tener anticuerpos de la mejor clase. También mi esperma debe ser de alta calidad. Debo ser cuidadoso, a lo mejor puedo dejar preñada de a 4 o 5. Soy el arquetipo de ser humano.

Sumado a todo eso, recordemos que soy disciplinado en mis hábitos alimenticios, lo que perfecciona la técnica de supervivencia. Me atrevo a decir que soy invulnerable. Pongan el plato de cualquier comida, es jodido que me dé indigestión.



A menos que me pongan en la pantalla algo como ésto:








Chucha, voy a vomiuuuuuuuuuuuuuuuuuuuaaaaaaaghhhh......