La gran estafa de las pizzerías.

Vengo de un encabronamiento de proporciones dantescas. Estoy tan cabreado que en una eyculación podría botar a Moby Dick del pene. Odio gastar mi dinero en pizzas.

Asalto.


Cojudo yo que había dado mi palabra de nunca más gastar mi valioso dinero en pizzerías, y sin embargo, se me durmió el diablo al aportar con la vaca con mis detestables amigos en una familiar solo porque hoy era Martes Loco.

Pero ahora si declaro mi juramento: Ni más gasto un solo dolar en una pizzería.

Me parece totalmente descabellado que una puerca pizza de unos 20 centímetros de radio y un grosor de un centímetro y medio hecho de cosas tan banales como queso, harina y jamón cueste $14.oo . Me cago diarreicamente en las malévolas personas que tienen instalados estos negocios en nuestro país.



Alimentos que fácilmente encontrarías en la tienda de la esquina.



Como yo sé algo de economía, se de buena fuente que nada es gratis, tal como en la vida. Si la mierda de KFC y Mc Donalds es un robo, las pizzerías nos la meten doblada y con arena. Con el cuento de que los martes son dos por uno, te regalan una más de sus pendejadas, aparentemente gratis, pero lo que no te has puesto a pensar es que en realidad eso es lo que vale, e inclusive sigo pensando que aún esta caro porque si la mitad de 14 es 7, aún me parece que con menos dinero me puedo llenar más. Una bandeja cuesta 2 dólares, un buen plato de arroz con menestra 2.50, un encebollado del bueno 2 latas e inclusive puedes encontrar más sabroso y por menos. Todo lo anteriormente mencionado te llena muchísimo más que esas huevadas de comida rápida con nombres anglosajones.

Todo es por la puta novelería "Ay, vamos a comer pizza, soy puta y me masturbo con lo que sea". Gente de mierda. Después dicen ser orgullosamente ecuatoriano.


Esto es equivalente a cómo te muestran la comida rápida.

Como quisiera que nadie le vaya a comer su porquería para que quiebren y encontrar a los dueños recogiendo cartón en las plazas para cagarme de risa. Si el karma de verdad existe, eso sería lo justo. Por eso exhorto a mis lectores sabidos y avispados a que no coman en esos locales gringos de comida rápida. Si tu eres dependiente de tus padres, si ves que van a comprar pizzas (de cualquier tamaño) toma a tu mamá o a tu papá de la mano y llévalo ante el monitor, ponle esta página y dile "Mira papá, mira mamá, yo no quiero ser cojudo de grande. El Encamador dice que botar la plata en huevadas es de pendejos. Mejor llévame a una picantería local, o a un buen restaurante típico, que por menos plata nos llenamos más y le pagamos a gente de aquí".

Comida italiana tenía que ser. Como quisiera que Italia se hunda en el Mediterráneo con su Presidente y su Vaticano.