No me lo van a creer, pero fui a misa no una sino DOS putas veces. OK, todos los que me leen hace tiempo conocen que yo dudo bastante de la existencia de Dios, lo he escrito ya un par de veces; lo que pasa es que la Tía Hortensia murió, y fui caballerosamente a darle la despedida.
La segunda misa la escuché ya por morbo y curiosidad.
Llevo más de una década que no piso iglesia alguna, porque a temprana edad hice respetar mis decisiones. Recuerdo que arranqué un palo de escoba y me puse como loco a saltar en la cama y golpear a todo aquel que me quisiera obligar a ir a la iglesia, y es que llegó a un punto en que me fastidiaba totalmente.
Casualmente visité la misma vieja iglesia que no veía hace muchos años. Ahora tiene los cuadros de la pared retocados, la luz del sol ilumina ese lamparoso y adefecioso trono de oro (irónico viniendo de una Iglesia que condena el materialismo) tal como lo recordaba cuando era chico, y aún están esas rayas que escribí en los asientos, eso me alegró mucho porque los han encerado, logrando conservarlos para la posteridad. Me imagino que si de verdad se da esa segunda venida de Jesús y lee esas notas de "Metallica" "Guns n Roses" y "Todos valen verga" en esas bancas, le haré trizas la paciencia, algo meritorio para mi colección de hazañas personales.
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| Si me preguntan, lo primero que sentí fue que estaba entrando a Castlevania. |
Bueno, en todo caso, las cosas han cambiado mucho hoy en día. Tanto así que me sorprendió que la berreada misa solo duró media hora, creo que fue menos, la cosa es que ya no se complican tanto la vida, y me parece increíble que ahora concretan todo, hasta el sermón del sacerdote.
Como buen hijo de puta no creyente, jamás me arrodille en ninguna de esas partes donde los católicos repiten y repiten la secuencia de oración. Eso incomodó a todos los que estaban alrededor mio pero ¿Cuándo me ha importado eso? Yo reproducía imaginariamente mi MP3 mental y seguía atento los momentos en que debía pararme o sentarme.
El clásico momento que te pela la verga es cuando una vieja de aspecto miserable se te acerca con ojos del Gato con Botas de Shrek a pedirte limosna por motivos poco justificables. En el gobierno de Mao, esa vieja seria llevada al campo a sembrar arroz si quiere ganarse monedas como se debe, y no fastidiando a personas que jamás ha visto en la vida. Lo cabreante del caso es que no sé por qué la gente cojuda le daba plata; yo enseguida me fijé que cargaba una cartera más lujosa que mi billetera de cuero. Cuando me pidió plata dije un "NO" tan fuerte y sonoro que las palomas de las ventanas salieron volando.
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Es indignante que ,aún cuando no comparto la misma creencia religiosa (de hecho, yo no creo en nada), vea viejas chuchumecas e hipócritas golpearse el pecho en los padrenuestros y avemarías, asistiendo a misa como si de programa de farándula se tratara. Me cago en Judas. Nadie atiende lo que dice la Biblia, nadie está concentrado ni se fija el montón de incoherencias que el sacerdote dice en su sermón repetitivo. Son una mierda, jódanse.
El Encamador fue a una iglesia, y vivió para contarlo.