Harry Potter y las Reliquias de la Muerte




El mundo de la literatura ha sido muy mal pagada en las últimas décadas, cuando la juventud le dio la espalda por material que poco aporta a la cultura en realidad. Todo hasta que la autora J.K.Rowling logró con su obra "Harry Potter" algo extraordinario: Lograr que los jóvenes, incluso niños, se volcaran a las librerías para interesarse por la literatura.

El fenómeno Harry Potter es indiscutible, innegable, por donde quiera que se lo mire. Como consecuencia, los grandes de la cinematografía enseguida le pusieron las manos encima para producir lo que vendría a ser una saga de más de 7 películas. Nunca será fácil traspasar la magia de un libro a una película (de hecho, considero que es una tarea imposible, se tratan de dos formas totalmente distintas de expresión que convergen en pocos puntos), el reto es inmenso, y fallar será punible.

Aún cuando no sea del tipo que se pondrá una bufanda de colores amarillo y rojo, o agarre un palo de batería y juegue a que es una varita y corra por la casa gritándole "Avada Kedavra" a mi mamá, no me puedo hacer de ojos ciegos ante 10 años de cine que presenta Harry Potter, con su conclusión en Las Reliquias de La Muerte.

Es mucho lo que se irrespetó a lo largo de las películas, las del director David Yates sobretodo (y marcado con resaltador color sangre), ignorando algo muy elemental cuando se construye una saga: Todos los elementos previos conducen a un momento final. Así como un edificio grande se sostiene de pilares hechos de bloques, así como una torre de Jenga es más sólido si todas sus piezas están colocadas, toda la historia se construye para que el final tenga sentido y sea grande. A Harry Potter le lastimaron la historia.

Hay una muy buena razón por la que la entrega de Deathly Hallows triunfa sobre los fracasos anteriores: es la entrega que menos omisiones tiene con respecto al libro, por tratarse de una sola película dividida en dos partes, cada una de aproximadamente dos horas, lo que nos da como resultado una cinta virtualmente de cuatro horas. Se nota que casi todos los actores dieron lo mejor de sí para el final, resaltando a Ralph Phiennes como mi pana Lord Voldemort y una soberbia actuación de Daniel Radcliffe, quien estuvo a la altura del épico desenlace.



Quiero hacer un alto aquí para hacer mención aparte al señor actor Alan Rickman, cuyo papel de Snape (un personaje clave que en el cine no se le supo sacar provecho al máximo hasta ahora) merece ser galardonado de alguna forma por su actuación en Reliquias de La Muerte. Proyectó magistralmente el comportamiento ambiguo de Snape hasta el final, mucho ojo a la escena del Pensadero. Su historia es una película aparte, tanto para quienes ya han leído el libro como para los que no. Realmente es impresionante cómo un personaje oscuro de presencia fría y aplastante puede súbitamente mostrarse quebrantable, vulnerable y con lágrimas en los ojos, con una deuda de vida. Eso, en el cine, es actuar como Dios manda.

El poco resaltado fondo musical me decepciona un poco. El señor David Yates tiene la mala costumbre de callar las escenas más grandiosas. Imperdonable que escenas de la Batalla en Hogwarts se apoquen por no estar acompañadas por una banda sonora acorde a la situación.

Lo que si alabaré es la fotografía (curiosamente lo que condené de las anteriores películas dirigidas por Yates) con excelentes tomas en primer plano de Harry, Voldemort o los demás personajes. También destaca en la parte de la proyección mental de  King´s Cross junto a Dumbledore y un generoso uso de efectos especiales. Todo esto hace, en conjunto, una muy buena película.

El guión es muy bueno, por las razones anteriormente mencionadas, interpretando muy bien lo escrito en el libro. Las escenas en las que el director se tomó la libertad de manipular a voluntad salieron, honestamente, mejores de lo que se habla en la novela, mención especial el enfrentamiento final entre Harry y Voldemort. La agilidad de la historia satisface la ansiedad que todo ese montón de tráilers construyeron. Buen trabajo a los productores.

Señor David Yates, menos mal corrigió errores y entrega un final digno para una saga de cine. Se pegó una gran película, siendo directo con la historia. Aquí termina la historia del niño mago. Me huele a Oscar por ahí.



FICHA TÉCNICA:
Harry Potter and The Deathly Hallows Pt2
Año: 2011
Director: David Yates

Actores:
Daniel Radcliffe - Harry "nunca se me dañan los lentes" Potter
Rupert Grint - Ron "colorado" Weasley
Emma Watson - Hermione "Mijita" Granger
Ralph Phiennes - Lord Voldemort
Alan Rickman - Severus "Hans Gruber" Snape
Helena Bonham Carter - Bellatrix "28 de Mayo" Lestrange.

Actor Encamador Destacado
Dos: Alan Rickman y Ralph Phiennes.

Moraleja de la Película: Mejor solo hacer un Horcrux y metérselo por el culo, y te evitas tantos problemas para ser inmortal.

CALIFICACIÓN: 100/100

PD: Bien hecho que se haya muerto Lavender Brown. Me caía gorda.