De los perfiles sociales en Internet no puedo hablar muy bien que digamos. Me parecen desagradables, sin vida, no cumplen el verdadero propósito para el que supuestamente fueron creados, valen pipí, y todo lo malo que pueda eyacular de mi cabeza en este momento.
Recuerdo que más o menos a inicios de ésta década que ya termina, la muchachada entraba en la novelería de tener un Hi5 o en otros países más estilizados, un myspace. Todo su mundo giraba en torno a un centro de fotitos y comentarios de perfil. Sin importar lo cerca que viviera la persona que conoces, no era tan familiar tuyo si no lo tenías de amigo en tu Hi5. De hecho, lo que no se decían en persona, se lo dejaban escrito en la caja de comentarios.
A mí nunca me gustaron y siguen sin gustarme. A mí la verdad no me gusta la gente, no me gusta comentar, yo no los escucho, no quiero que me perturben mi sacrosanta y viril heterosexualidad, por eso yo no tengo un perfil social de ningún tipo en Internet, salvo esta página y mi correo electrónico.
¿No se han puesto a pensar por qué razón me siento más cómodo en un correo electrónico? Bueno, pues es porque no quiero verlos, limitense a sus 30 segundos de comunicarse conmigo, les respondo y ya, listo, se fueron. No quiero sociabilizar, no quiero un "Encamador, ¿cómo me ves? me siento triste, te contaré mi historia..." desactivaré mi cerebro y me pondré en piloto automático para sólo responderte "ajá", "ya", "¿en serio?", y esas respuestas mirando hacia otro lado. No te gustaría que te haga esas cosas en persona, ¿verdad?, ¿ya ves? el correo electrónico a larga distancia es lo mejor, por el bien de los dos.
Porque lo cumbre de estos lugares de interacción en la red es que el desconocido se hace amigo, estás mostrando tus datos a todo el mundo y a nadie, y repetiré algo que ya se sabe y que no es novedad ni mentira: mientras más te empelotes, curiosamente más gente te sigue. Eso va aplicado indistintamente de la edad; hay páginas de chicas de 14 años, que suben fotos de sus tristes clases en el colegio y tienen dos o tres por ahí que se le hacen amigo (porque ya la conocen en persona), pero oh la vaina que sube una foto en que se fue a un piscinazo, luciendo un traje de baño en dos piezas, y comienza la lluvia de asnos "que guapa estas,te dejo mi celular, agregame al msn". Todo con la esperanza de tener una oportunidad de sexo express.
Soy una especie en vías de extinción. Soy un especímen de un grupo reducido que cierra las puertas de su casa con candado cuando está dentro, cubre de película negra sus ventanas y encima de eso cierra las cortinas, no ve televisión y su celular solo se prende para ver qué hora es y vuelta es apagado. Al teléfono móvil nunca se le mete saldo, yo no llamo a nadie, no tengo para qué. No agrega a nadie al msn, no se compromete escribiendo comentarios en videos de Youtube, no visita a sus vecinos, y por supuesto, no anda en redes sociales de la gente porque es feo conocer gente nueva.
Pero me siento sucio; como ya se han dado cuenta, abrí una página de fans en facebook para que la gente se meta ahí.
Y eso no es nada, me siento aún más sucio....
...abrí un Twitter para ver qué tal me va.
Qué hijo de puta.