Mueran |
El título de esta publicación bien podría sonarles a uno de esos subestimados libros del nuevo Testamento, interprétenlo como gusten.
Si tienes problemas con el ego de una persona y el orgullo, este es un artículo para ti. Si tu situación es de sufrimiento ajeno y estancamiento personal, acompañado por enojo ante el humor, la comedia, y la paranoica sensación de envidia y que otras personas quieren destruirte, este artículo es para ti también.
Y si acaso no sientes que lo arriba escrito habla de ti, también te conviene leer esto.
Si te crees mucho, pero pueden demostrarlo, entonces estás en lo correcto. No hay para qué darle más vuelta al asunto, es como si Ecuador sea un pozo de brea y sea de mal gusto sobresalir, pensar diferente y vivir bien por ello.
Yo me burlo de muchas, muchísimas cosas de las que no deberá burlarme, según la gente. ¿No debería reírme? ¿Quién diablos escribe las reglas? ¿Qué carajos se creen las personas que dicen que algo está mal cuestionar? Este sector de la ciudadanía que aplaude en orgasmos colaterales cuando un famoso de la televisión sale en las noticias, o que llora si su insignificante equipo de fútbol pierde por un marcador mayor a 3, o que se enfurece si un crítico cuestiona el proceder de un político por el cual votó fanáticamente. Ese pueblo es el grupo acomplejado que no recibió todas las vacunas cuando era niño y se irrita cuando uno es exitoso en cosas realmente productivas, no ganar dinero, sino ser feliz y siendo el mejor en lo que hace.
Si te enfurece que el de al lado tiene mejores notas que tú, es mejor tratado, sale con una mujer más delgada que la tuya, tiene más tiempo libre que tú, está rodeado de gente agradable o es más gracioso, te daré un pequeño consejo sobre cómo afrontar esa situación:
S U P É R A L O
En serio, hasta que no te des cuenta que el problema eres tú, seguirás escribiendo mierda de comentarios en YouTube con una ortografía putrefacta y una mentalidad prehispánica. Hay países africanos con serios problemas sociales de vida o muerte y aquí estás tú, buscando que se construya un hospital público para perros, mientras no solucionas tu problema de educación.
Los acomplejados se escudan en las siguientes ecuatorianas excusas:
-Soy pobre.
-Soy bisexual/homosexual/pansexual.
-Aquí somos así.
-Eso no da plata.
-No tienes derecho a hablar de mis gustos/aficiones.
-Las mascotas son mejores personas.
-Los ricos son gente mala.
-No tengo zapatos bacanes.
-La Patria es primero.
-Mi mamá me mima.
Mientras no comprendas que construyes lo que serás, no captarás la vergüenza de ser borrego. Es increíble como alguien se puede ofender tanto con tan poca cosa, pero puede aguantar hasta la humillación por creer en algo o alguien que ni lo conoce. En tierra de acomplejados, yo soy el Encamador.