Muchos recordarán el famosísimo y polémico Encame al Metal, un irrespetuoso texto con mi opinión y un encame en todo el sentido de la palabra, que levantó mucho escándalo e hizo botar leche en los senos de millones de metaleras.
Rockeros y metaleros me persiguieron, llamaron a mi casa a hacer amenazas, rastrearon mi IP para localizarme. Pero jamás discutieron mis verdades.
Guteo, un conocido por mis leales lectores, juró hace un año que se vengaría de tamaño de encame que hice al género musical que había sido intocable, hasta que yo aparecí. Muy gustosamente, porque tengo una increíble racha en mi página de que yo no me he arrepentido ni equivocado en cualquier cosa que haya dicho o escrito, acepté públicamente el debate, como recordarán en una anterior publicación.
Admirable fue el gesto de cumplir su palabra, y he aquí el podcast donde acudí a la cita puntualmente. El Encamador jamás se arrepiente de lo que dice, porque si fuera de arrepentirse, mejor no lo dice.
Guteo, en el nombre de todos los metaleros ofendidos, hará el esfuerzo intelectual de que me meta mis palabras bien por el orto. Yo, por mi parte, pulverizaré sus metaleros argumentos con lo mismo que usé para encamarle huevadas al Metal: con el puño invencible de la razón y la lógica.
El debate sobre si estoy equivocado o no en El Encame al Metal.
(NOTA: Aquí el blooper del podcast)