Abro el baúl de los recuerdos de esta página y allí junto a los trofeos, tapando los muertos y pisoteados por mi causa, está muy celosamente guardada la anécdota que hoy, dos años después, desempolvo de la memoria para enseñar a la comunidad.
Si eres novato aquí o recién te has topado con este sitio en los últimos meses, esto es para ti, porque estás en la página de un so´joeputa que fastidió a Don Omar un momento. Si: yo.
Vamos a retroceder el reloj a Agosto del 2009, cuando el perrero sitio de Don Omar estaba en línea y activo. Por aviso de un gentil lector me envía por e-mail la dirección de la página del reguetonero este, el cual tenía un chat bastante poblado por usuarios con flema en el cerebro.
Es aquí donde me permito intervenir a ver a qué les sabía si El Encamador chateaba entre ellos:
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Les presento el chat del aquel entonces blog oficial de Don Omar, Noten la caballerosidad impetuosa con la que hago entrada. |
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¿Yoooooo? Nah... |
Bueno, la verdad es que la oportunidad de joder a todos estos hijos de puta era muy tentadora. Nunca subestimes la ocasión, así sea por chat, en la fiesta de los padres de tu novia, en el colegio o si es tu hermano menor. Que nadie venga con la pendeja excusa de que "Ay Encamador, por Internet cualquiera, eso no es en serio". Mijita, si Internet no fuera tan en serio como tu lo piensas, hoy no habría una polémica ley SINDE en debate por allá en España y tú no estarías leyendo este artículo, asi que cállate y mámame el huevo.
Continuando con el festival marginal y bananero, he aquí unas reguetoneras en toda su gloria:
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Excelente intervención de mis colegas FührerDGD y Guteo Therion que acudieron al llamado. |
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Que todo el mundo vea que la reguetonera no se preocupa por educarse y que un sitio web de regueton no es el sitio adecuado para educados. No por nada el corrector ortográfico da alerta roja con solo escribir la palabra "regueton". |
Campos de concentración para batracios no es una mala idea. Si eres un latinoamericano de los que los españoles les encanta denominar "sudacas" por un vergante sentido de "ser latino" porque te vistes bien mamarracho, cantas sobre culos vibrando y eres lo que tiene a América del Sur en la mierda, tu y los tuyos deberían estar exiliados en la Antártida donde no nos jodas el planeta.
El orgullo latino se va al carajo muy rapidito, porque claro, no es real, como lo podemos presenciar en la siguiente gráfica:
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Apuesto toda mi comida a que ni sabe cuál es la capital de Ecuador. |
Y aqui nos deja el tren; si ven en el gráfico de arriba, las personas en el chat convocaron no sé de dónde al propio Don Omar (sí, el cantante reguetonero, es el que tiene por nick Idonomar). Desde que el Cuy de la Farándula me escribió por Hi5, nunca había sentido un honor tan cagalistroso y horrible como éste, se había molestado en salir de una sesión en estudio según el, tan solo porque el Encamador estaba en el chat de su blog, mostrándole a los reguetoneros lo bajo de su género. Lo que me pone a pensar bastante del profesionalismo de estos sujetos, se me hace raro que puedan estar grabando y "componiendo" así como cualquier vaina, como quien va al mercado o a la plaza cada cierto número de días, cuando hasta donde yo sé, crear música requiere de semanas o hasta meses de planificación. Esto solo me habla de que su música (el reguetón en general) no requiere de mayor talento, ni mucha preparación, puedes sacar en menos de un jodido día un hit. No se si de verdad venía de una gira, y ni me interesa, pero el susodicho tenía una computadora a la mano para mi encamadora suerte.
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El gallardo ecuatoriano que ven casi al final soy yo. Don Omar es el pendejo con el nick "Idonomar" (que si te das cuenta, se pronuncia bien gay: Ay Don Omar). |
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La increíble táctica militar reguetonera de Don Omar se viene abajo cuando ese Thali7 le escribe no una sino 2 veces. Reguetoneros. |
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El hijo de puta me dijo rapero. |
Bla, bla, bla... faltar el respeto las bolsas. Con toda la inmunda mierda que tira el género entero al continente, que este triple hijo de puta hable de respeto me provoca dispararle un gargajazo en la cara. Tal vez, si es que llego a ser de su importancia o me recuerda, me mande algún saludo con algún pandillero, pero ni creo que tal cosa pase.
En fin, cosas que me pasan por ser El Encamador.