La clase de Trolls que tengo


Como todos habrán leído, no hay tema que no haya tocado, desde religión hasta relaciones interpersonales. No me conocen precisamente por mi carismática forma de comprender a la humanidad, pero aquí siguen leyéndome.

Una cosa lleva a la otra: Es inevitable, imposible, incuestionable y casi una propiedad inherente que este oficio vaya acompañado de sus respectivos trolls, gente caracterizada por su apasionada terquedad o convicciones reprobables que no son muy buenos con el teclado, pese a ser Internet su mejor nicho para desenvolverse.

Dependiendo de tu rol en Internet, te caen trolls de distintos sabores y colores. Puede ser que te hayas tropezado con muchos distintos a los que voy a mencionar, no lo sé, estos me han caído a mi.

Esto va para todos ustedes, los que siempre leo pero nunca les doy su momento, a menos de que la victoria me sea gloriosa.

TIPOS DE TROLLS QUE HE TENIDO EN MI PÁGINA


Los Trolls Cristianos
Si estas personas estuvieran hechas de alguna clase de mineral, apuesto a que son de adamantium. ¡Qué manera de pelar el sable! Estos seres tienen la particularidad de aferrarse a la creencia y no aceptar el cuestionamiento ajeno por ningún motivo.

Pero no crean que aparecen en esta lista porque yo los haya provocado. Creo que estos trolls son los únicos que actúan de la misma forma tanto en Internet como en la calle. A cualquiera de mis redes sociales se han aparecido evangelizando, o trolleando sin sentido ni motivo. El otro día estaba viendo videos de mujeres en bikini por YouTube y se apareció un desadaptado de estos proclamando versículos de la Biblia en los comentarios.

Alguna vez un creyente se ofendió conmigo, y pretendió tacharme de ignorante porque no leo la Biblia. Lo que no sabía  (y tal vez ustedes tampoco) es que yo he sido un estudioso de la Biblia, por lo que me tomé la molestia de exponer el cuadro de arriba, donde se compara y muestra las contradicciones, de lado y lado,  que aparecen tan solo en el Nuevo Testamento (porque dijo que no hay que tomarse tan en serio el Antiguo Testamento). Dijo que pronto vendría a explicarme por qué estaba escrito así. Todavía lo sigo esperando.


Los Trolls Políticos
Son los que trato de evadir, pero inevitablemente caen aquí. Viven enamorados de sus íconos políticos, y hablan como si la existencia del Universo y el continuo flujo del tiempo dependiera de quién ganará las próximas elecciones. Es muy común que crean que uno es:
-Pagado por X corriente política.
-Chupamedias de X ícono político.
-Ignorante del tema porque "no palpo la realidad".
Solo place mandarlos a la verga de un solo batazo. Es triste que la vida de estos seres gire en torno a la forma impuesta de pensar de sus líderes políticos.

Nada jode más a un político que no votar. Espero ver los votos nulos más creativos de Latinoamérica.


Los Trolls Futbolistas
No deportivos, de esos no hay, lo que hay específicamente son trolls futbolistas. Ellos no pueden creer que existe alguien a quien no le gusta en lo absoluto jugar fútbol. Esta clase de trolls son los que más fácil venzo pero menos admiten la derrota en el debate. Poseen respuestas genéricas, para nada deportivas, y sus argumentos son los siguientes:
-Que soy un hijo de puta.
-Que soy maricón.
-Que me falta una vida sexual plena (¿?)
-Que de seguro soy gordo, obeso, ñoño, enfaldado.
-Que pertenezco a alguna barra de algún equipo.
-Que valgo verga.
Pero nunca saben defender el deporte que ven (no practican). Lo peor: Varias veces he comprobado que esta gente hincha del fútbol poco sabe de fútbol, ni conocen a los jugadores de los planteles que admiran, y siempre andan tramando conspiraciones paranoicas cada que su equipo está en un bajo nivel deportivo, cosas totalmente ajenas al deporte.
Una vez, gente de la Boca del Pozo me amenazó de muerte por hablar mal de Barcelona. Traten de encontrar lógica a eso y rían.

Los Trolls Adolescentes
Estos no tienen remedio. Se caracterizan porque se toman la molestia de escribirme al correo para ofenderme y demostrar que son más listos que yo. Frecuentemente estos encuentros han resultado producto de mis críticas a la forma de vivir de la gente, lo cual seguramente los ha afectado.
Pero ¿Qué pensamiento genial puede salir de un puberto de 16 años que llora si alguien no le comenta un estado de Facebook?
A veces también me escriben para arruinar chistes "Ay Enca, pero eso no puede ser en la vida real", ya por eso dejé de poner en letras grandes que esto es sarcasmo. Ya no me interesa ayudarlos y espero fervientemente que mueran gritando de dolor.