Conozcan al Pedobear ecuatoriano


Era una mañana de miércoles...

Debe ser lámpara que en la mesa de evidencias estén allí colocados ordenadamente DVD´s de pornografía, fotos de vaginas y estrellas porno. Debe ser muy, muy lámpara saber que un policía que se rasura muy mal la barba va a ver los gigabytes de porno duro de toda clase inimaginable que tu disco duro tiene. Debe ser extremadamente horrible ser el gilipollas huevón al que lo fotografían junto a una mesita llena de repudiable pornografía infantil. Sí, debe ser horrible ser él. 

Pero a mí que chucha lo que le pase. Menos mal no soy él.

Conozcan al "Pedobear" ecuatoriano. Un quiteño de 32 años de lo más pendejo. Noten el clásico perfil pedófilo.

No ahondaré en las ya evidentes razones por la cual la pornografía infantil y el abuso sexual a menores de edad debe ser detestado. Ni siquiera criticaré su "vicio por el sexo" que me parece poco interesante de su perfil, porque sabemos que todos amamos el sexo. 

Lo que me llama poderosamente la atención, y es lo que le compete a esta página, es esto:


Mira.


TODA PERSONA CON NOMBRE "ÁNGEL" GENERALMENTE DA PROBLEMAS.

Sinceramente el anime no debería existir. No puedo evitar asociar el perfil retorcido de este sujeto Ángel de organizar puti-parties de adolescentes quiteñas con el hentai.

El otro día un bobo queriendo defender el anime me dió a conocer una estadística de que en Japón, muy a pesar de la alta producción de hentai (sin importar el grado de bizarro) es un país con escaso índice de violencia.

Claro, pendejo. Porque con el hentai el 77% de su población se volvió pajera. Incapaces de volverse machitos, como todo buen asexuado adepto al anime. Por otro lado es idiota pensar que en un país X no existe la delincuencia, la violencia o que todo el mundo vive bien allí (clásico pensar de un otaku que ve a Japón como un planeta futuristas de esos que sale en Star Wars, otra mierda que no me gusta). Suiza, el ejemplo de país para el mundo, tiene su dosis de delincuencia y estragos, aún con su rica prosperidad y sus gobernantes heterosexuales de primer mundo.

Pero he aquí al bestia este, repartiendo volantes para invitar a la gente a una orgía con menores de edad, por su fanatismo insaciable al mete y saca de huevo. 

Los dejo señores, voy a una parrillada que se tuvo que hacer de urgencia, porque accidentalmente mataron una vaca y no sabían qué hacer con el cadáver. No me gusta el anime.





Él ve hentai.